Brasil y Perú trafican oro ilegal en Bolivia para exportar al mundo
Brasil y el Perú trafican oro ilegal en Bolivia con apoyo de centenares de cooperativas auríferas y bandas organizadas, para exportarlo al mundo, reveló el exministro de Minería y experto en el sector, Dionicio Garzón a Datos.
La mano dura contra la minería ilegal de oro en Perú ha creado nuevas rutas de contrabando con Bolivia que son promovidas por organizaciones delincuenciales que usan “mulas humanas”, carros blindados, balsas, y hasta avionetas, para traficar el mineral y evadir la ley, señalan informes policiales recabados por Datos en la Policía del Perú.
El negocio dejó divisas para las bandas delincuenciales por cerca de 3.000 millones de dólares, atribuida fundamentalmente a la extracción de oro por mineros ilegales que se filtraba a la cadena de exportaciones de Perú, reveló Garzón.
El oro es transportado a través de la selva amazónica que comparten en la frontera ambos países y también utilizan el lago Titicaca para comercializar el metal precioso y así exportarlo desde la ciudad de La Paz, dijeron autoridades peruanas.
Pero el tráfico también es febril desde el Brasil. La inmensa frontera que tiene Bolivia con el Coloso del Sur, presta condiciones óptimas para que la explotación ilegal del metal precioso también tenga a Bolivia como “tránsito excepcional” para hacer negocios turbios, apuntó el ex ministro.
Un efecto inmediato de esta forma de hacer negocios en el mercado negro constituye la cantidad de oro, aparentemente, producido y exportado desde Bolivia.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), informó que al primer trimestre de 2020, vendimos oro por un valor de 1.3 millones de dólares, equivalentes algo más de 50 Tn. del precioso metal. ¿Verdad o mentira?
Según Garzón el país es considerado en el mundo como un productor de oro relativamente pequeño que no ha desarrollado nuevos yacimientos.
Oficialmente exportamos entre 20 a 30 Tn. de oro, pero nada más, de lejos puede hablarse de producir más de 50 Tn., afirmar lo contrario, es mentir, dijo el exministro.
Definitivamente la minería informal cooperativa y aquella ilegal del oro están florecientes en la actual situación en el Estado, pero dejan muy poco para el erario nacional, pero están promoviendo la existencia de reyes chiquitos que se enriquecen sin límites con la explotación inmisericorde de la mano de obra desocupada del país, advirtió el también geólogo minero.