La producción de bioetanol subirá la importación de diésel y demanda de gasolinas baja
Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz
La producción de bioetanol subirá los volúmenes de importación de diésel mientras que la demanda de gasolinas bajó en el Estado por la pandemia del coronavirus, y el subsidio a los combustibles, no sufrirá mayores variaciones, coincidieron en señalar ayer el exMinistro de Hidrocarburos, Guillermo Torres y el exSuperintendente de Hidrocarburos, Hugo De La Fuente.
Para producir caña, los agroindustriales tendrán que utilizar tractores y maquinaria pesada para transportar el producto hasta los ingenios azucareros.
Con ese fin tendrán que mover equipo y para hacerlo utilizarán diésel subvencionado, por lo tanto, al final entregarán a YPFB, alcohol subsidiado y, por lo que se conoce, a precios más altos que tiene la gasolina, aproximadamente, 4 bolivianos el litro, comentó Torres.
Para ampliar los cultivos “habrá que importar cantidades enormes de diésel oíl y en la actual coyuntura, no tiene sentido comprometer los pocos recursos que tiene el país en un proyecto que no será rentable económicamente para las arcas fiscales”, señaló a su vez De La Fuente.
El Gobierno puso en marcha el miércoles pasado un plan de reactivación económica para el sector agroindustrial en el departamento de Santa Cruz a través del cual aprobó la Resolución Ministerial No. 60/2020 para el uso del alcohol anhidro (sin agua), para mezclarlo con gasolinas.
La propuesta tiene como fin comprar, aproximadamente, 200 millones de litros de alcohol, que como se recordara fue aprobado por el gobierno anterior junto a los cañeros del Oriente, para que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos – YPFB adquiera el alcohol denominado también etanol, para ser mezclado con la gasolinas.
Según De La Fuente, el acuerdo comercial logró comprar solo el 30%, dejando a este sector con serias dificultades, entre las que se encontraba la falta de pago por parte de YPFB.
La presidenta Jeanine Áñez y el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, señalaron coincidentemente que la producción de bioetanol a partir del plan de Reactivación Económica Agroindustrial, permitirá generar más empleo.
“Hoy no estamos aquí para poner más alcohol a la gasolina. Hoy estamos aquí para crear empleos”, afirmó la presidenta Áñez.
“El gobierno lo que está haciendo es subvencionar a la agroindustria (por doble partida). Por un lado a través del diésel y por el otro, con la gasolina, debido a que los combustibles de mayor consumo en el Estado tienen precios subsidiados”, aseguró Torres.
En la actualidad el Estado “importa entre 70 a 80 dólares el barril de diésel y en el mercado interno, YPFB vende el producto a los surtidores para su expendió a menos de $us 30, por lo que, el erario nacional está cubriendo la diferencia, y eso no es correcto”, apuntó el exministro.
Capacidad de almacenaje al tope
El experto en temas energéticos alertó también que el almacenaje que existe en el país para combustibles industrializados, está a su máxima capacidad.
“Está en sus mayores niveles de reserva y la demanda no termina de recuperarse a causa del Covid-19”, subrayó De La Fuente.
Corresponde mirar con atención la producción de etanol para mezclarlo con gasolina, ya que por la peste y las restricciones que ha generado, contribuyó a constreñirse también la demanda gasolinas, apuntó el analista.
El problema radica en que la demanda en todo el mundo, ha bajado. La actividad es casi nula, y como si fuera poco, el gobierno está queriendo comprar alcohol para mezclar con gasolinas “en un momento más inadecuado cuando las refinerías están funcionando a menor capacidad. No hay espacio para guardar”, subrayó el analista.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que entre enero y mayo de este año las importaciones de gasolina y diésel bajaron de $us 440 MM a 80,2 millones de dólares, aproximadamente en un 82%.
Mientras que en el caso del volumen internado al país este descendió de 573.473 toneladas métricas a 109.777 toneladas, en el mismo periodo, es decir un 81%.
La gasolina y el diésel constituyen los dos combustibles que más importa Bolivia. Por tanto, la disminución en el valor de las compras del exterior de gasolina y diésel bajará los costos que debe pagar el país por la internación.
Las estadísticas señalan que entre el 2006 y 2019 el país importó combustibles por un valor neto que llegó a los 8.680 millones de dólares.