OLADE: El 71% de la matriz energética es renovable en Lationoamérica

Por Bolivia Energía Libre / La Paz

La generación de energía renovable en Latinoamérica y el Caribe marcó un hito histórico en junio de 2025, alcanzando un 71% de participación en la matriz eléctrica regional, el porcentaje más elevado registrado durante el año. Este dato, revelado por la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) desde su sede en Quito, consolida a la región como referente mundial en transición energética sostenible.

Durante el sexto mes del año, el territorio latinoamericano y caribeño produjo 159 teravatios hora (TWh) de electricidad, destacándose por la predominancia de fuentes limpias en su composición energética. Este resultado posiciona a América Latina muy por encima del promedio mundial de energías renovables, demostrando un compromiso tangible con la descarbonización y el combate al cambio climático.

La hidroelectricidad continúa siendo la columna vertebral del sistema eléctrico regional, representando el 51.3% de la generación total. Le siguen el gas natural con 20.4%, la energía eólica con 10.1% y la energía solar fotovoltaica con 4.8%. Esta distribución refleja una matriz energética diversificada que combina recursos tradicionales renovables con tecnologías emergentes de generación limpia.

Aunque el informe de Olade registró una disminución mensual del 6% en comparación con mayo de 2025, el análisis interanual revela una tendencia positiva contundente: un incremento del 5% frente a junio de 2024. Este crecimiento anual sostiene la proyección de expansión del sector energético renovable en toda la región.

La producción hidroeléctrica experimentó el mayor impulso, agregando 16.3 TWh adicionales en el período de doce meses analizado. Este aumento significativo se atribuye principalmente a condiciones hidrológicas favorables que han beneficiado a las principales cuencas de generación en países como Brasil, Colombia y Venezuela. Los patrones de precipitación y el manejo eficiente de embalses han sido factores determinantes en este resultado.

Por el contrario, la generación mediante gas natural mostró una contracción notable, registrando 7.7 TWh menos que en el mismo período del año anterior. Esta reducción evidencia el proceso de sustitución gradual de combustibles fósiles por alternativas renovables, alineándose con las metas climáticas internacionales asumidas por los países de la región en el Acuerdo de París.

El documento de Olade destaca que nueve naciones superaron el promedio regional del 71% en participación renovable, estableciendo estándares de excelencia en política energética limpia. Paraguay y Costa Rica encabezan la lista con un impresionante 100% de generación renovable, consolidándose como ejemplos paradigmáticos de matrices energéticas completamente limpias.

Uruguay ocupa el tercer lugar con 98% de renovabilidad, seguido de cerca por Brasil con 95% (el mayor productor energético de la región) y Colombia con 91%. Estos cinco países demuestran que es viable mantener sistemas eléctricos robustos y confiables basados casi exclusivamente en fuentes renovables, desmitificando argumentos sobre la intermitencia y viabilidad de estas tecnologías.

Otros países que superaron el índice regional incluyen a Ecuador, Perú, Chile y Argentina, cada uno con matrices energéticas que priorizan recursos hídricos, solares y eólicos según su disponibilidad geográfica y desarrollo tecnológico.

Según análisis de la Olade, estos resultados no solo confirman el liderazgo regional en generación de energía limpia, sino que evidencian una tendencia sostenida de crecimiento del 7% anual en la producción acumulada de electricidad durante el trienio 2022-2025. Esta tasa de expansión supera significativamente el crecimiento poblacional y económico regional, indicando mejoras en eficiencia y acceso energético.

La región latinoamericana y caribeña se posiciona así como un laboratorio natural para la transición energética global, ofreciendo lecciones valiosas sobre integración de renovables a gran escala, gestión de redes eléctricas diversificadas y políticas públicas efectivas para la descarbonización del sector eléctrico.

Los desafíos futuros incluyen la necesidad de fortalecer la infraestructura de transmisión y almacenamiento energético, aumentar la participación de energías solares y eólicas (que aún representan porcentajes menores comparados con la hidroelectricidad), y garantizar que esta transición sea socialmente inclusiva y económicamente accesible para toda la población.

Con estas cifras récord, América Latina y el Caribe demuestra que el futuro energético renovable no es una aspiración distante, sino una realidad presente y en constante expansión.