La falta de estaciones de servicio impide masificar consumo de bioetanol en el Estado
Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz
A casi dos años de haber ingresado a la era de los biocombustibles con la producción de gasolina ecológica –mezcla de gasolinas con alcohol anhidro- la carencia de estaciones de servicio dedicados exclusivamente para su expendio impidió masificar el consumo en el Estado.
La información fue revelada a Bolivia Energía Libre por el gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga Rosado.
“El año pasado (2019) la meta era consumir 150 millones de litros de bioetanol, pero solo logramos comercializar 40 MM de litros”, puso la cifra el directivo empresarial.
¿A qué se debió esta situación?, preguntó Bolivia Energía Libre a Osinaga.
“Porque falta adecuar algunas estaciones, no hay decisión para comprar los porcentajes previstos de alcohol para mezclar con la gasolina estandarizada y entonces, hasta ahora los productores están aguantando”, respondió la autoridad ejecutiva.
Entre las competencias que tienen Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), se establece que son responsables de aprobar planes destinados a implementar estaciones de servicio en el territorio nacional, y por lo tanto, autorizar su funcionamiento para que puedan comercializar combustibles, y mucho más ahora, biocombustibles.
Alcohol y azúcar estocados hasta el límite
La situación llegó a tal extremo que si no hubiera estallado la pandemia del coronavirus (Covid-19) en marzo de este año, “no sé qué hubiera pasado con el stock de miles de litros de alcohol”, dijo Osinaga.
¿Qué paso?
Sucede que hasta mediados de éste año los productores de alcohol estaban con stock al límite por falta de una política nacional de consumo del combustible ecológico.
“Estaban llenos de alcohol los depósitos y así tuvieron que permanecer casi un año”, reveló el ejecutivo empresarial.
Como estalló la peste, el alcohol sirvió para otros propósitos y los productores tuvieron que exportar a países como al Ecuador y Colombia.
“Si no hubiera habido eso, no habría reventado (los tanques) pero hubieran declarado quiebra más de un productor cañero”, aseguro.
Paso lo mismo con el azúcar. El mercado interno estaba inundado y más de un productor no sabía que hacer, indicó.
Apuesta inteligente
A pesar de las dificultades que enfrenta la producción del bioetanol, el presidente de la CAO, Reinaldo Díaz calificó la decisión gubernamental como una apuesta inteligente ya que genera empleo y baja, sustancialmente, el costo anual que debe hacer el erario nacional para cancelar la importación de gasolina pero también diésel.
“En la actualidad estamos mezclando la gasolina con el alcohol en ciertas proporciones y se ha ido incrementado a nivel nacional, no se lograron cumplir las metas en un principio pero vamos a seguir avanzando”, declaró el ejecutivo.