Día Mundial de la Eficiencia Energética
Por Revista Energía / Bolivia Energía Libre-La Paz
- Desde la Unión Española Fotovoltaica nos recuerdan que su origen tuvo lugar durante la Conferencia Internacional celebrada en Austria en 1998, donde, además, se debatió sobre la creación de estrategias para ampliar la diversificación energética a través de otras fuentes como las energías renovables.
Hoy 5 de marzo es el Día Mundial de la Eficiencia Energética, fecha clave en la que se quiere celebrar y visibilizar con el fin de concienciar a toda la población de la importancia que tiene el uso racional de la energía, para el propio ser humano y para el planeta.
Su origen tuvo lugar durante la Conferencia Internacional celebrada en Austria en 1998, donde, además, se debatió sobre la creación de estrategias para ampliar la diversificación energética a través de otras fuentes como las energías renovables, como lo es la energía fotovoltaica, y la reducción de los combustibles fósiles.
La energía fotovoltaica a través del autoconsumo es la gran aportación para avanzar en la eficiencia de las edificaciones. Por un lado, permite a los consumidores y a la industria optar por la forma más limpias, y de menor impacto medioambiental, para contribuir en la reducción de emisiones, un compromiso que determina cada día más las decisiones. Por otro, proporciona inmediatamente la ventaja estratégica que supone el ahorro en la factura de la luz.
Estamos ante una sociedad cada vez más comprometida con una transición ecológica hacia un sistema más sostenible que permita una implantación práctica de los edificios de cero emisiones, que presentan sistemas de eficiencia energética y que desde 2019, y gracias a la actualización normativa de autoconsumo, es posible instalar sistemas fotovoltaicos de generación para cubrir sus consumos. E incluso, poder repartir esta generación con edificios adyacentes, colegios, hospitales o polideportivos, a través del autoconsumo colectivo.
El caso de la industria y sector servicios, es todavía más claro, y es que llevan años apostando por la reducción de consumos y la mejora en la eficiencia energética de sus equipos. Si a esto sumamos la posibilidad de aprovechar los metros cuadrados de las cubiertas de grandes naves logísticas o centros industriales mediante la instalación de módulos fotovoltaicos se alcanza una situación de “win-win” en la que, no solo pueden cubrir sus consumos con energía renovable con cero emisiones de CO2 sino que también pueden vender aquellos excedentes que puedan producir, rentabilizando su inversión en un periodo más breve.
No hay que olvidar el papel de la energía fotovoltaica en revalorización de la propiedad al hacer de ella un inmueble autosuficiente energéticamente hablando y respetuoso con el medioambiente, dos elementos que cada día pesan más a la hora de que los ciudadanos definan sus hábitos de compra.