Energias Renovables en Bolivia
El 17 de agosto de 2020 un colega de Bolivia Energía informa: “La generación eléctrica en el Estado llega casi a los 5.000 megavatios (Mw) éste año y el mercado demanda solo 1.200 Mw., reportaron ayer informes oficiales de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y del Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC)”.
El 25 de agosto, el mismo colega publica: “Energías renovables e infraestructura productiva, serán dos áreas de interés prioritario que los Estados Unidos pretende apoyar económicamente en Bolivia bajo la iniciativa «América Crece» (Growth in the Americas)…”
En la misma nota añade: “En cada uno de estos países el acuerdo comercial busca fomentar la creación de empleo y reactivar el crecimiento económico a través de proyectos de infraestructura considerados urgentes, complementó información el gobierno boliviano.
¿Qué está pasando? En principio, que Bolivia cuente con 5.000 megavatios (Mw) instalados, en una buena noticia confrontando que el 11 de marzo de 2011, los ciudadanos bolivianos sufríamos de varios “black out” en diferente ciudades del país, es decir apagones extensos, debido a que la demanda de energía excedía la oferta de las plantas instaladas hasta ese entonces, obligando a algunas empresas eléctricas del país, ya nacionalizadas a buscar frenéticamente la compra de generadoras de electricidad en el mercado internacional.
Momentos realmente difíciles, pues Japón toma la decisión de cambiar la energía termonuclear instalada, por plantas a gas natural debido a que el terremoto y tsunami sucedido en el Japón de 11 de marzo de dicho año, denominado como el “TERREMOTO DE LA COSTA DEL PACÍFICO EN LA REGIÓN DE TŌHOKU”, de magnitud 9,1 MW, creó olas de maremoto de hasta 40,5 metros, que lamentablemente causo un fallo en el sistema de refrigeración de varios reactores de la Planta Termonuclear Fukushima I, debido a la fusión del núcleo y fugas radiactivas.
El gobierno japonés con dicho antecedente, más los efectos menores que sufrieron las Centrales nucleares de Onagawa y de Tōka, decidieron por energías más seguras con el gas natural, en especial considerando los riesgos propios de encontrarse cerca la zona de la interfase entre placa del Pacífico y la placa Norteamericana.
Aún pese a que el 2011 y años posteriores Japón compro una gran cantidad de usinas termoeléctricas a gas natural del mercado internacional, Bolivia logro adquirir algunas usinas eléctricas, superando los black out, y por lo informado por el colega, llegamos a 5.000 Mw, muy por encima de la actual demanda de 1.200 Mw.
La relación entre lo descrito precedentemente, tiene que ver con el apoyo económico bajo la iniciativa «América Crece» de Energías Renovables, pues en este ítem, como lo señalamos precedentemente Bolivia tiene una infraestructura que supera ampliamente la demanda, lo que hace inútil este apoyo, más si tomamos en cuenta, que también contamos con energías renovables instaladas.
Es decir, por lo menos en el ítem energía, como varias obras monumentales que se trabajaron en el país, vienen a constituir por lo menos para varios años, “elefantes azules”, denominativo dado a la sobreinversión realizado por el Gobierno del MAS.