La guerra en Europa dispara la inflación y puede generar desequilibrios a la economía, alerta la CNC
Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz
La guerra entre Rusia y Ucrania podría generar una pérdida sistemática del poder adquisitivo del salario producto de la inflación del comercio internacional que comienza a dispararse, y podría alentar en paralelo, desequilibrios macroeconómicos en Bolivia, alertó este jueves el gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jauregui.
En los hechos, el conflicto bélico ya encareció el comercio internacional. Los bienes tanto de importación como de exportación subieron de precio y, sobre todo, existe escasez en la provisión, por ejemplo, de algunos productos básicos para la alimentación y manufactura industrial, dijo el directivo.
“Somos un país que importamos muchas mercancías, sobre todo, productos finales para el consumo, por ejemplo, bienes tecnológicos, que (subieron de precio) en su valor, al menos un 30%, (una situación) que evaluamos ya a finales de la gestión 2021; y todo esto, como efecto del incremento de la logística para importar y esto genera un efecto inflacionario para el consumidor final”, declaró el directivo.
Según Jauregui, otro factor que está contribuyendo a generar inflación en los bienes de importación, tiene que ver con la escasez de la provisión básica de insumos básicos, por ejemplo, para la industria nacional para manufacturar alimentos.
“Ante esa crisis logística (internacional) lo que se ha generado es que también exista una menor provisión de bienes en Bolivia y al haber menor provisión, la poca oferta que existe, tiende acrecentar sus precios y por supuesto que ese efecto inflacionario seguramente lo veremos reflejado en los indicadores (económicos) que se generarán en está gestión”, apuntó.
El pasado 29 de marzo de 2022, el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro y el Presidente a.i. del Banco Central de Bolivia, Edwin Rojas, suscribieron el Programa Fiscal Financiero (PFF) 2022, que establece como objetivos un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor del 5,1%, una inflación de fin de período en torno al 3,3%, y un déficit fiscal de aproximado de 8,5% del PIB, en línea con las políticas soberanas que consoliden la reconstrucción de la economía y el desarrollo social del país.
Al respecto Jauregui señala que este compromiso fiscal ya debería llamar la atención por los indicadores macroeconómicos que proyecta en lo referido al índice de inflación y déficit fiscal.
“Ellos ya programan que la inflación estará por encima del 3%, lo cual ya es complicado porque estamos viniendo de un año 2021, donde el índice de precios estaban menor al 1%, por lo tanto el Índice de Precios al Consumidor (IPC), se mantuvo relativamente estable la gestión pasada, la situación podría ser diferente éste año por varios factores, entre estos la crisis en la logística del comercio internacional, la guerra en Europa y, aún, por la pandemia del coronavirus, por supuesto que (estos problemas) pueden generarte esos desequilibrios que al final del día son muy sensibles para la población”, subrayó.
Si la inflación golpea las condiciones de vida de la población, éste se traduce en pérdida de poder adquisitivo (del salario) de las familias, es decir, “lo que hoy tienes no te cubre las necesidades que tienes para demandar, bienes y servicios, entonces si puede ser complicado y hay que tener mucho cuidado con este tipo de indicadores”.
Para prevenir lo que podría ser de alta preocupación para el gobierno y la población, Jauregui sugiere considerar la aprobación de medidas que permitan a la economía contrarrestar las amenazas que al final del día, podrían ser contraproducentes para la estabilidad económica del Estado.
Frente a esta realidad, Jauregui considera que es inoportuno pensar en un incremento salarial como lo planteó la Central Obrera Boliviana (COB), ya que una medida como está, contribuye a relentizar la economía.
“Estamos en un año atípico que no genera las condiciones necesarias como para poder efectuar este tipo de medidas que podrían más bien de desestabilizar la economía de los agentes económicos y poder marcar un efecto negativo que podría traducirse en mayor desempleo”, advirtió.
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