El carbón y nuclear declarados energías verdes en Europa
Por 20 Minutos / Bolivia Energía Libre-La Paz
- Con 278 votos a favor, 238 en contra y 33 abstenciones no prosperó la objeción a la llamada taxonomía verde.
- «No tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética en el conjunto de la UE”, dijo Ribera hace meses, cuando se conoció la propuesta de Bruselas.
Los inversores y empresas podrán invertir en gas natural y en energía nuclear en la UE sin que estas operaciones sean consideradas negativas y perjudiciales para el clima sino que tendrán la misma consideración que las inversiones en energías verdes positivas para la transición ecológica. Así lo ha confirmado este miércoles el Parlamento Europeo, que ha dado luz verde a la propuesta de la Comisión Europea sobre la llamada «taxonomía verde», una lista de actividades económicas consideradas ambientalmente sostenibles. Entre otros gobiernos europeos, el español se opuso a este planteamiento que ha respaldado la Eurocámara y que todavía podría ser anulado en el improbable caso de que los Estados miembros pidan sacar estas dos energías consideradas verdes. Encabezan el grupo a favor Francia y Alemania.
El Parlamento Europeo debía decir este miércoles si el gas natural y la energía nuclear pueden tener la consideración de renovables y finalmente se ha posicionado a favor por 278 votos a favor, 238 en contra y 33 abstenciones, un resultado ajustado en línea con los debates que ha provocado este tema en la Eurocámara, cuyas comisiones de Economía y de Medio Ambiente pidieron, sin éxito, que el Pleno rechaza la inclusión del gas y de la nuclear en la taxonomía verde.
Después de esta votación, el asunto pasará a al Consejo de la UE, donde los 27 gobiernos europeos deberán pronunciarse. Podrían rechazar la inclusión del gas natural y de la nuclear si antes de la medianoche de 11 de julio se oponen el 72% de los países (20 de 27) y estos representan al menos al 65% de la población del bloque (unos 290 millones de personas).
Si el Consejo no objeta, quedará aprobada la clasificación diseñada por la Comisión para orientar las inversiones futuras que considera «sostenibles» las centrales nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y las plantas de gas que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.
De acuerdo con fuentes europeas consultadas por Agencia EFE, al parecer no se estaría conformado una mayoría entre los países para bloquear la propuesta, que rechazan países como España, Austria, Luxemburgo o Dinamarca pero que resulta cómoda para Francia, Alemania y muchos países del norte y del este de la UE.
En primer día de enero de 2022, en una situación muy distinta a la actual, anterior al inicio de la guerra en Ucrania, la Comisión propuso un listado de energías consideradas verdes en las que las inversiones privadas serían especialmente bienvenidas. Entonces, Bruselas apuntó que el 75% de las emisiones de CO2 en la UE son por la producción y uso de energía y que había que replantearse las fuentes de energía alternativa, entre las que incluyó el gas natural y la energía nuclear.
Si el Consejo de la UE no modifica lo votado este miércoles por el Parlamento Europeo, tendrán «etiqueta de transición hacia energía verde» los proyectos de gas que sustituyan al carbón y no emitan más de 270 gramos de dióxido de carbono. En el caso de la energía nuclear, será para centrales que hayan recibido su permiso de construcción antes del año 2045 y que tengan un plan claro y detallado sobre la manera en que se van a eliminar sus desechos.
Esta iniciativa de la Comisión Europea cuenta con la oposición de quienes argumentan que considerar limpias estas dos fuentes podría frenar el avance de otras totalmente renovables, que optarán a menos ayudas e inversiones por competir con estas. Dentro de este grupo está el Gobierno, que cuando conoció la propuesta que la Comisión dio a conocer el día de Año Nuevo confió en que habría margen para negociar y no sería la definitiva.
«No tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética en el conjunto de la UE”, señaló en los primeros días de enero la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. «Independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles”, recalcó para oponerse a dar al gas natural y la energía nuclear consideración de energía verde.
Frente a este criterio, la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, apeló el martes, durante el debate previo a la votación, al «pragmatismo y realismo» de la Cámara porque «hay países que van a necesitar el gas en una fase de transición». «Nuestra taxonomía apunta a las renovables como prioridad. Pero también hay que ser realistas: hay que aceptar que vamos a tener que invertir en gas y nuclear en una fase transitoria», dijo.
Poco antes de la votación, la eurodiputada socialista española Clara Aguilera advertía en un tuit que la medida no tendrá efectos inmediatos, aunque sí supone considerar estas dos energías «no dañinas» para el medio ambiente y así tener «derecho a financiación».
El gas libera CO2, pero menos que otros hidrocarburos como el carbón, muchos lo consideran imprescindible para la transición de la UE hacia una economía descarbonizada en 2050. La energía nuclear genera inquietud en materia de seguridad o de gestión de residuos radiactivos, pero apenas emite dióxido de carbono.