Irán tiene el extintor para apagar el fuego del petróleo que amenaza con abrasar la economía mundial
Por El Economista / Bolivia Energía Libre-La Paz
El mercado de petróleo se encuentra en un equilibrio peligroso. La demanda sigue sorprendiendo al alza, mientras que la oferta se adapta con lentitud. Como consecuencia, los niveles de inventarios se sitúan en mínimos de los últimos años. Y para colmo, los países de la OPEP aseguran que su capacidad para producir más crudo está cerca del límite y los riesgos geopolíticos tampoco ayudan. Sin embargo, hay un país que tiene mucha capacidad ociosa, lo que significa que está bombeando petróleo muy por debajo de su potencial porque tiene ‘capadas’ las exportaciones. Ahora, su regreso al mercado global de crudo podría ser una bendición para el mundo.
El levantamiento de las sanciones a Irán podría cambiar por completo la panorámica del mercado de petróleo, convirtiendo el déficit de oferta en un superávit, calmando los precios y rebajando la presión inflacionista que ya amenaza con hacer descarrillar a la economía mundial. Irán puede producir hasta 4,5 millones de barriles por día de crudo, frente a los 2,5 o 3 que está produciendo de forma ‘oficial’ en la actualidad.
El petróleo Brent, de referencia mundial, cotiza cerca de los 93 dólares por barril, niveles que no se veían desde 2014 (esta jornada cae un 4% precisamente por los rumores de la vuelta de Irán al mercado y por una retirada parcial de las tropas rusas de la frontera con Ucrania). La demanda de petróleo sigue superando a la oferta y los inventarios se reducen poco a poco. La Agencia Internacional de la Energía advertía la semana pasada de esta situación, un mercado de petróleo sin red ni colchón.
«Los inventarios de petróleo de la industria de la OCDE se desplomaron en 60 millones de barriles en diciembre, para situarse 255 millones de barriles por debajo del promedio de cinco años y en su nivel más bajo en siete años… Las reservas mundiales de petróleo en mínimos de varios años y la disminución de la capacidad excedencia de la OPEP+ han dejado al mercado con solo un pequeño colchón».
La clave pasa por incrementar la inversión y producir más petróleo hasta que el mundo logre de una vez ser menos dependiente de este combustible fósil tan contaminante. Sin embargo, ese proceso requiere de un tiempo que la economía no tiene. Por ello, la vuelta de Irán a los mercados puede ser un solución sencilla, rápida y eficaz para apagar el fuego del petróleo. «Un acuerdo con Irán podría cambiar dar la vuelta al partido para el petróleo, posiblemente inclinando los saldos hacia un superávit de entre 500.000 o un millón de barriles por día», calculan los economistas de Bank of America Merrill Lynch.
Este superávit tendría unas implicaciones muy importantes para el mercado de petróleo. Por un lado se pondría techo al rally del crudo y se impediría que el precio del Brent siga tocando nuevos máximos. Es más, «un superávit de esta magnitud probablemente haría bajar el petróleo Brent entre 10-15 dólares proporcionando a los consumidores y a los bancos centrales un alivio con la inflación», aseguran los expertos de BofAML.