Las materias primas despiertan de su letargo 10 años después
ElEconomista / Bolivia Energía Libre-La Paz
- Este ha sido el primer año de recuperación económica tras la pandemia
- Toda la demanda que venía embalsada del año 2020
Este año no ha sido uno más para las materias primas. Después de varios ejercicios en los que las caídas han sido mayoritarias en los principales recursos básicos que cotizan en el parqué, con la desinflación siendo uno de los rasgos característicos y más llamativos de la última década en los mercados y la economía, en 2021 las materias primas han sido unas de las grandes protagonistas por las fuertes subidas que han experimentado en el parqué.
La salida de la pandemia ha provocado un enorme desequilibrio entre la oferta y la demanda de recursos básicos, prácticamente en todos los grupos diferentes de materias primas que cotizan en el parqué. Metales, recursos agrícolas, recursos energéticos… nadie se ha salvado, y parece que los únicos que han terminado en negativo en su conjunto son los metales preciosos.
De media, usando como referencia el índice de precios de materias primas Bloomberg Commodity Spot Index, los recursos básicos han vivido el año más alcista desde 2010. El selectivo sube un 27,87% desde el primer día de 2021, mientras que ese año lo hizo un 35,52%.
Para explicar lo que ha ocurrido en el mercado de materias primas, nadie mejor que Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, el mayor productor de acero inoxidable del mundo, para explicarlo con claridad, tal y como hizo, en una entrevista concedida a elEconomista el pasado mes de octubre: «Cuando llegó la pandemia todo se colapsó, dejando mucha masa monetaria embalsada, que ahora se está destapando. Durante el año pasado, el almacenista de acero optó por bajar los inventarios hasta los mínimos y los fabricantes hicimos otro tanto», explica. ¿Qué pasó? Que, en esa tesitura llegó la vacuna, a principios de 2021, y toda esa demanda embalsada empezó a aparecer, sin dar tiempo a los productores a poder abastecer todo el repunte de la demanda.
«Este año, la gente ha empezado a comprar lavadoras, electrodomésticos… todo tipo de productos, y lo que ha provocado es que el comerciante de la tienda pequeña se encuentre con escasez y decida que tiene que comprar todo lo que espera vender, y también otros componentes más para reponer los stocks y poder hacer frente a una demanda creciente», señala Velázquez. «Tiene que comprar el doble. Al gran distribuidor le ocurre lo mismo, y esto llega hasta los fabricantes, que están al principio de la cadena», señala. «No es que falten materiales, hay de sobra para atender la demanda real, pero no para reconstruir al mismo tiempo los stocks de toda la cadena de suministro. Esto nos lleva a los fabricantes a tener que alargar nuestros plazos de entrega, lo que históricamente deriva en una subida de precios», explica.
A la explicación de Velázquez hay que añadir la crisis de energía que ha surgido en Europa en los últimos meses, que empezó a materializarse con especial fuerza en verano, cuando el precio del gas natural europeo empezó a dispararse, acusando la escasez de la materia prima, en un momento en el que la demanda no daba señales de debilidad. El aumento de los precios de la energía se ve claro en el 52,4% de subida que ha experimentado el barril de petróleo europeo, el Brent, o en el 50% que se ha encarecido el gas natural desde el primer día del año. Este, sin embargo, cierra el ejercicio después de varios días de fuertes caídas, y ha sido, en muchos momentos de 2021, el gran protagonista por ser la materia prima que más se había encarecido de todo el mercado.
Este honor, sin embargo, se lo lleva ahora el estaño. El metal se revaloriza un 93,6% en la Bolsa de Metales de Londres (LME), una subida que ha eclipsado la que han vivido otros metales industriales, como el aluminio, que se ha revalorizado un 41,5% en el año; el zinc, con un aumento de precio del 30%; el cobre, con un 25,5% o el níquel, con un repunte del 23,7% en 2021.
En cuanto a los recursos agrícolas, el café lidera las subidas este año, con un avance del 77,8%, y el algodón se mantiene en segundo lugar, encareciéndose un 44,1% en el mercado. La madera, que durante buena parte de 2021 fue la gran protagonista, por el vertiginoso rally que vivieron sus precios, termina con un aumento del 33,9%.
Llama la atención que, en un año en el que la inflación ha vuelto a aparecer con fuerza, el oro y los metales preciosos no han sido capaces de proteger a los inversores. El metal dorado siempre se ha considerado como uno de los mejores activos refugio contra la inflación, pero en 2021 no ha sido así, con una caída del 4,7% de su precio que contrasta con el del resto de materias. Eso sí, el platino, la plata y el paladio han retrocedido todavía más, un 10%, 13,3% y 19%, respectivamente.