Europa, ‘enganchada’ a los combustibles fósiles
Por El Periódico de la Energía / Bolivia Energía Libre-La Paz
La Oficina de Estadística de la Unión Europea, Eurostat, acaba de publicar el grado de combustibles fósiles que hay sobre la energía bruta final de todos los países de la Unión Europea, incluido Reino Unido. Y los datos siguen mostrando una alta dependencia de los combustibles fósiles a pesar de que se ha conseguido por tercer año consecutivo reducir el porcentaje.
Así, en 2019, los combustibles fósiles representaron el 71% de la energía bruta disponible en la Unión Europea de 27 Estados miembros.
Según Eurostar, este porcentaje ha disminuido significativamente en las últimas décadas, debido al aumento de las energías renovables. Desde 1990, el primer año del que se dispone de datos, el porcentaje de combustible fósil utilizado en la UE ha disminuido en 10,9 puntos porcentuales (pp).
Ha pasado del 82% al 71%. A este ritmo de 11 puntos porcentuales en 30 años, lograr el objetivo de reducción de emisiones se complica y mucho.
Solo bajar hasta el 50% la dependencia de los combustibles para 2050 requerirá tal esfuerzo como duplicar lo hecho en estos últimos 30 años.
Sin embargo, si se mantiene el ritmo de los últimos años, de caída un punto porcentual al año, para 2050 podría la UE bajar hasta el 40% para 2050.
Según Eurostat, en la UE, todavía dependemos en gran medida de los combustibles fósiles para nuestro suministro energético nacional general, como lo ilustra la proporción de combustibles fósiles en la energía bruta disponible.
El suministro total de energía nacional incluye la transformación de energía (como la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles), las pérdidas de distribución de productos fósiles utilizados con fines no energéticos (por ejemplo, lubricantes), los combustibles fósiles utilizados para el transporte (combustible comprado dentro de la UE, incluso si en otra parte).
En 2019, Malta (97%) fue el Estado miembro de la UE con la mayor proporción de combustibles fósiles en la energía bruta disponible, seguido de Chipre y los Países Bajos (ambos 92%), Polonia (90%), Irlanda (89%), Grecia ( 86%) y Luxemburgo (82%). Entre las grandes potencias, Alemania es sin duda la que está más encganchada, con el 80%, seguida de Italia con el 79%.
España se mantiene en el 74% de combustibles fósiles.
La mayoría de los demás Estados miembros tenían cuotas entre el 60% y el 80%. Solo Suecia (32%), Finlandia (43%) y Francia (50%) tenían cuotas por debajo del 60%.
Además, otros países del entorno europeo, aunque no sean UE, como Noruega (52%), siendo el mayor productor de petróleo y gas del Viejo continente, e Islandia (16%), con alta generación con renovables que roza el 100% de su mix eléctrico, ofrecen buenos datos respecto a la UE.
Resulta curioso como los tres países con menor dependencia de los combustibles fósiles son las tres potencias europeas en energía nuclear.
Tanto Francia, con alta dependencia de la nuclear en su mix eléctrico, como Suecia y Finlandia, que también tienen alta penetración de renovables, son los países que menos necesitan quemar combustibles fósiles.
De la UE en los últimos 10 años, solo Lituania ha aumentado su participación de combustibles fósiles en la energía bruta disponible en 10 pp (del 56% en 2009 al 66% en 2019).
La mayor disminución de 19 pp se midió en Dinamarca (83% a 64%), seguida de cerca por Estonia (86% a 73%) y Finlandia (56% a 43%; ambos en 13 pp).
Comparando 2019 con 2018, solo dos Estados miembros de la UE, Letonia y Austria, aumentaron su participación de combustibles fósiles en la energía bruta disponible, cada uno en 1 pp.
Las cifras de ocho países se mantuvieron iguales. Entre los demás países, los mayores descensos se registraron en Estonia con 12 pp, Eslovaquia con 4 pp, seguida de Bélgica y Dinamarca, cada uno con 3 pp.
Nota:
Los combustibles fósiles incluyen carbón y productos del carbón, gas natural, petróleo crudo y productos del petróleo, turba y productos de turba, esquisto bituminoso y arenas bituminosas, desechos municipales / industriales no renovables).
Energía bruta disponible significa el suministro total de energía para todas las actividades en el territorio del país.
Esto también incluye la transformación de energía (incluida la generación de electricidad a partir de combustibles), las pérdidas por distribución y el uso de productos de combustibles fósiles para fines no energéticos (por ejemplo, en la industria química).
También incluye los combustibles fósiles utilizados para el transporte, incluido el combustible comprado dentro del país que se utiliza en otros lugares (por ejemplo, aviación internacional, búnkeres marítimos internacionales y, en el caso del transporte por carretera, “turismo de combustible”).