Yarará X1 devela la crisis energética en Bolivia
Por Hugo De La Fuente Virues
El año 2020 cierra con el anuncio del descubrimiento de gas y petróleo del Pozo Yarará X1, que hace algunos días fue saludado por el Presidente,Luis Arce Catacora, con esperanza y entusiasmo, yacimiento que producirá, aproximadamente, 100 barriles de petróleo crudo (blpd), sobre los 43.000 blpd que actualmente produce el país, extracción de petróleo, que hace pocos años, llegó a 63.000 bbld.
Las noticias en el sector de hidrocarburos dejan mucho que desear, pues ese anuncio del descubrimiento de Yarará X1, fue realizado hace pocos meses por la entonces Presidenta de Transición, Jeanine Añez, y exministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora.
Este proyecto comenzó con la contratación de los servicios de un peer review con Chaco y Andina -ambas compañías petroleras subsidiarias de YPFB-Corporación- y un informe de validación por beicip franclab.
Existe información que indica que el caudal de yacimientos que tiene el pozo, podría ser de 300 a 400 barriles por día (blpd), pero aun así, el volumen es francamente pobre en relación a la producción diaria; y la reserva de gas natural de 76,8 billones de pies cúbicos, no llega a 1 TCF (Trillones de Pies Cúbicos), consecuentemente, tampoco mejorará mucho el panorama de las reservas de gas natural en Bolivia.
Los ciudadanos bolivianos depositaron muchas esperanzas en el gobierno transitorio, y que el sector energía se caracterizaría por la transparencia para hacer conocer el estado de situación del sector; pero sobre todo, la aplicación de una política de gobierno orientada a reactivar la industria del gas.
En definitiva, pueda dejar pautas para el diseño de políticas públicas al gobierno electo, después de 18 noviembre de 2020.
Empero la situación fue diferente. El estado de situación se conoce la primera semana de noviembre de 2020, es decir pocos días antes de las elecciones y el cambio de gobierno.
El 2020, imperó el desgobierno en las filas de la ex presidenta, Jeanine Añez.
Se denunciaron incluso voces encontradas, entre YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos, respecto a las reservas de gas natural, las contrataciones de seguros; y la compra de diésel oíl y otros, así como el paro de la Planta de Amoniaco y Urea.
También se develaron voces encontradas entre YPFB y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) entorno al desabastecimiento de diésel oíl en el país, y se ahondaron muchas denuncias de corrupción, en contra de ambas instituciones, claves para manejar la industria petrolera y gasífera.
En la administración del Estado que expiró en diciembre, lo más relevante fue la firma de la 8va. adenda al contrato de compra-venta de gas natural entre Bolivia y Brasil, con un máximo de 20mmm3d y un mínimo de 16mmm3d.
Muchos criticaron la disminución de los volúmenes de exportación de 30 mmm3d a 20mmm3d, empero no tomaron en cuenta que los volúmenes de producción de gas natural bajaron de 63mmm3d a 52mmm3d.
La realidad objetiva de las reservas y la producción, más las expectativas de producción a corto plazo, alertan que al 2025, si las situación sigue igual, los volúmenes de producción bajaran a 35 mmm3d, consecuentemente es imperante hacer algo urgente, caso contrario nos quedaremos sin el mercado del Brasil, o sin el mercado de Argentina.
En las condiciones actuales, solo podremos conservar uno de ellos. No ambos.
Es urgente establecer una política agresiva de atracción de inversiones del mercado internacional y eso pasa por una nueva Ley de Hidrocarburos, que, por una parte, baje el Govermentt Take que corresponde al estado (aproximadamente en 85% a favor del estado).
Será necesario también suscribir nuevos contratos que doten de seguridad jurídica a la inversión extranjera, y principalmente, extienda garantía de nuevos mercados.
En el horizonte inmediato, Bolivia debería también diseñar estrategias para incursionar en el negocio mundial del Gas Natural Licuado (GNL), que implicará flamear la bandera boliviana en las costas del Océano Pacifico o del Océano Atlántico.
Habrá que trabajar en ese objetivo cuanto antes.